La abogada de las víctimas de un falso positivo que tuvo que viajar a Valledupar se encontró en el vuelo de regreso con el sindicado. El militar, que teóricamente pagaba una condena por otro falso positivo, llegó como cualquier otro pasajero al aeropuerto, tomó su vuelo y en Bogotá no lo recibió ninguna escolta, ni militar ni del Inpec.
Antes de volar, el teniente había dicho que no podía asistir a las audiencias de su propio juicio, por problemas de seguridad. Pero en el aeropuerto nadie lo cuidaba y, sobretodo, nadie estaba ahí para evitar que disfrutara de la vida en libertad, como sus otros compañeros de Tolemaida.
El teniente del Ejército Carlos Andrés Lora Cabrales está condenado a 30 años de cárcel por la muerte de un indígena kankuamo y está en juicio por un falso positivo.
Pero la abogada de las víctimas del último caso, lo encontró sin seguridad, y sin ningún acompañamiento viajando en un vuelo comercial de Valledupar a Bogotá. Lo grabó con su celular.
“Dentro del mismo avión sin ningún tipo de seguridad este teniente Andrés Lora estaba ahí… no se volteó porque era consciente que dejaba sentada la prueba”.
A la llegada al puente aéreo, en Bogotá, el teniente Lora, aceleró el paso.
Un día antes de su regreso a Bogotá, el oficial había dicho durante la audiencia pública en Valledupar que su vida corría peligro.
Sin embargo el Teniente, como lo demuestra el video jamás estuvo escoltado por ningún miembro del Ejército, que lo llevaran de regreso a Tolemaida.
El falso positivo por el que es acusado el oficial está relacionado con la muerte de una estudiante y un joven comerciante en el 2003.
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